¿Internet es realmente seguro?

¿Conocemos realmente internet? ¿Sabemos realmente todo lo que hay? Creemos que sí, pero realmente no tenemos ni idea de los peligros a los que nos enfrentamos en la red y de los que todos podemos ser víctimas.

De eso hablaremos en el post de hoy, en base al documental de «Sin Filtros: La Dark Web«, que trata sobre las profundidades de internet que desconocemos y en las que podemos encontrar todo tipo de mercados ilegales, en los que nosotros mismos podemos estar metidos sin saberlo.

En esta Dark Web de la que casi que da miedo hablar, podemos encontrar desde un amplio mercado de drogas, hasta pornografía infantil y vídeos de asesinatos, pasando por la venta de datos personales, cuentas hackeadas y tarjetas de crédito.

Para introducirnos en la Dark Web, cosa que no está para nada recomendada a usuarios corrientes, debemos pasar nuestro medio de conexión (ordenador, tablet, móvil..) por un medio de seguridad de datos, cifrándolos, para protegernos. De esta forma, podemos conectarnos desde otros países y otros servidores para evitar que puedan conseguir cualquier tipo de información sobre nosotros.

Una vez pasado este proceso y llegado a la Dark Web, encontramos un sin fin de enlaces que podrían ser de nuestro interés, como los mercados. Aquí podemos encontrar todo tipo de cosas que queramos. Por ejemplo, lo más «light» digamos que es el mercado de drogas, donde los vendedores cuelgan sus productos, con un precio, (normalmente más barato de lo que lo encontrarías en la calle) y tú como consumidor lo comprarías como quien compra ropa. Tú producto te lo envían por correo y puedes incluso puntuar al vendedor y reseñarlo. De esta forma, te ahorras el salir de casa y enfrentarte cara a cara con personas, que podrían ser peligrosas.

Otro tipo de mercado que se da, es la venta de datos. Aquí encontramos desde plataformas audiovisuales hackeadas para su disfrute (hasta que el propietario se dé cuenta y cancele su suscripción), hasta lo que es conocido como carding, que es la venta de datos de tarjetas de crédito para su libre uso.

Según el periódico ABC, esta práctica del carding «se relaciona mucho con malas prácticas del «hacking» y el «cracking», mediante los cuales se consiguen los números de las tarjetas. Su objetivo es hacerse con los datos numéricos de la tarjeta, incluido el de verificación. Puede realizarse a través del teléfono, esto es, un operador te convence para que le des tú número de tarjeta de crédito, o a través de internet recibiendo un correo electrónico fraudulento en el que nos solicitan estos datos. (…) Con estos datos, los miembros de una organización de cibercriminales pueden realiza transacciones falsas, ya sea mediante la introducción de forma manual o mediante la lectura de la banda magnética. Esta información, obtenida por grupos de ciberdelincuentes, puede además comercializarse y, en ocasiones, se vende en páginas y foros de internet con el objetivo de establecer contactos comerciales en todo el mundo con grupos delincuenciales dedicados a las estafas y falsificación de tarjetas de crédito.»

En la Dark Web, como habíamos mencionado anteriormente, podíamos encontrar tráfico de armas, vídeos de asesinatos, conocidos como » vídeos snuff» a veces incluso personalizados para el consumidor en función a lo que pida y pornografía infantil. Con respecto a estas dos últimas, se hizo viral un vídeo llamado «Daisy’s Destruction«, que tal y como cuentan varias fuentes es un vídeo snuff, donde la protagonista es una bebé de 18 meses que es sometida a varias torturas y agresiones hasta que acaban con su vida.

Entrando más en este tema e investigando sobre la locura que podemos encontrar en la Dark Web, «es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de pedófilos según su modus-operandi así como según su clasificación psicopatológica, y que aun sabiendo que gran parte de ellos no buscan hacer daño a menores porque, según su pensamiento, “creen que los menores están disfrutando”, los pedófilos más peligrosos son los sádicos, los que buscan el placer de dañar a menores, lo que en la Deep Web es conocido como “hurtcore”» (Javier Sanz, blog: La Escena del Crimen)

Con respecto a esto, en el mismo blog nos informan de que «Daisy’s Destruction NO es un único vídeo como tal, sino que se trata de una serie de 5 mini videos (comunmente llamados “clips”) que pertenecen a la serie “Daisy’s Destruction”. » Tal y como dice el autor de dicho blog y cosa que personalmente comparto: «Terror en estado puro. Un sádico pederasta. Varias adolescentes. Y demasiadas personas pagando grandes cantidades de dinero por ver sus atrocidades. Esto es real, sucede, y es tan solo un caso que se hizo viral, frente a la posiblemente gran cantidad de casos similares que se mueven entre las sombras.»

Personalmente, creo que da verdadero miedo los peligros que podemos encontrar en la red y más aún en sus profundidades. El cuidado que tenemos que tener al manejarnos en internet es extremo ya que de por sí, somos víctimas de vender nuestra privacidad como ya comentamos en el artículo de Cambridge Analítica o en el de ¿Nos vendemos en las Redes Sociales?, donde en ambos vimos como usan nuestra información personal, para prácticamente todo, incluyendo las malas prácticas perjudiciales para nosotros como usuarios de las redes y de internet.

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